Quiero decirte que no decides tan racionalmente como tú te crees.
Hoy quiero contestar a la pregunta: ¿las palabras son importantes?
Desde que Rene Descartes, dijo aquello de, pienso luego existo, hace ya más de 400 años hasta ahora hemos avanzado mucho y ahora sabemos que nuestra mente nos engaña y nos engaña muchísimo.
Distorsiona la realidad, nos fuerza a juzgar de manera automática muchísimas situaciones del día a día y no siempre con el mejor resultado.
Hoy sin ir más lejos, he ido al supermercado. A lo lejos he visto a un vecino con el que tengo muy buena relación, le he saludado animosamente y para mi sorpresa no me ha devuelto el saludo. Ante esta situación mi mente puede pensar: “no me ha visto, seguro que no lleva las gafas o no me ha saludado porque ayer dejé mi coche muy cerca del suyo en el parking o porque no los he invitado a la cena del próximo sábado y se han enterado”.
Esta situación tan tonta y tan cotidiana puede hacernos pasar un momento o un día muy desagradable. En función de la imaginación que tenga tu mente claro.
Y ¿Qué tienen que ver los juicios automáticos con el lenguaje?. Pues todo. Las palabras son el pensamiento hablado. Tal y como pensamos , así hablamos. Por eso se dice que nuestro pensamiento crea nuestra realidad.
Otro filósofo, este más reciente a nosotros, Wittgenstein, nombre imposible de pronunciar bien dijo aquello de “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”. Y no lo podía haber resuelto mejor.
Este señor a principios del s.XX ya avanzó lo que la neurolinguísitica estudia en nuestros días. Y es que el lenguaje crea y transforma nuestra realidad.
Las palabras son poderosas y no las utilizamos a nuestro favor, antes al contrario. El lenguaje sirve para comunicar, sirve para intercambiar un mensaje:
Por ejemplo, vas a una fiesta y te preguntan, cómo estuvo? Fíjate en estas
dos respuestas:
-No estuvo mal había bastante gente
-Fantástica había mucha gente
Estas dos frases encarnan una comunicación absolutamente diferente. La primera es gris, apática y de tono bajo. La segunda es expansiva, alegre y de tono elevado.
Si tu amplias tu lenguaje, tu amplias tu vocabulario, amplias la percepción del mundo. Y esto es lo interesante: AMPLIAR LA PERCEPCION DEL MUNDO.
Recuerda que mientras no esté en tu mente, no existe. La realidad es infinita en posibilidades. Todas ya están creadas. Con el lenguaje lo único que hacemos es encorsetar la realidad.
Así que la propuesta de hoy, es utilicemos las palabras a nuestro favor. Hagamos uso de nuestro rico vocabulario y utilicemos adjetivos, palabras que nos eleven y que nos expandan. Evita utilizar el no, o palabras que impliquen limitación, duda, o queja. Vas a notar la diferencia. ¿Lo harás?
Cuéntamelo.
Gracias por estar aquí. Cuídate.
